La economía de la salud es una disciplina reciente pero ha adquirido importancia porque el área de la salud cada vez ocupa más recursos del Producto Interno Bruto (PIB).
En Chile el 8,1% del PIB se destina a la salud. El aporte público es insuficiente si se compara con otros países desarrollados (48% en Chile y 71% en promedio en la OCDE). Sin duda, es importante saber cómo se financia este monto; quién aporta los recursos; quién los consume y quienes son los agentes que proveen esos bienes y servicios de salud. Profundizar en el conocimiento de estas materias es necesario y oportuno porque Chile vive un momento de cambios en el ciclo de la atención sanitaria.
Fenómenos recientes, rápidos e intensos exigen una adecuación del sistema de salud para dar la satisfacción que exigen los usuarios de los servicios de salud. El impacto en los cambios en la atención y en los costos proviene del aumento de las expectativas de vida (cambios demográficos), de la mayor prevalencia de enfermedades crónicas (cambio epidemiológico), de los costos de los procedimientos e insumos (cambio tecnológico); de la necesidad de mayores destrezas y especialidades (cambios en los costos relativos de la mano de obra); y de las preocupaciones de los individuos por tener una vida más larga y saludable (cambios culturales).
La economía de la salud aporta una visión complementaria a los objetivos sanitarios propios del área de la salud. Su esencia es analizar la producción, distribución, consumo y financiamiento de los bienes y servicios de salud. El análisis incluye la producción de información (data), de indicadores y de modelos para interpretar la realidad. Asimismo, incluye las técnicas de gestión y planificación que permiten evaluar el desempeño de los sistemas sanitarios. Los países han reconocido la importancia de los aspectos económicos para examinar y monitorear las actividades y resultados sectoriales en salud.
Desde 2011, se dispone del Sistema de Cuentas de Salud que es un macizo compendio de cuentas para examinar el sector salud desde la perspectiva económica. Asimismo, se ha intensificado el análisis referido a la eficiencia en el desempeño de los establecimientos de salud. No cabe duda que parte de los costos pueden ser reducidos con mejor gestión pero, simultáneamente, se ha desarrollado la óptica de los determinantes sociales en que se comprueba que la salud depende de la historia social de las personas. En consecuencia, el desafío es examinar eficiencia y equidad de manera simultánea, lo cual no es simple.
El sistema de salud requiere visiones complementarias entre lo sanitario y lo económico. No obstante, los resultados siempre deberán ser medidos por los beneficios adicionales que la población recibe en el transcurso del tiempo para evaluar si se está mejorando las expectativas de más vida saludable. La economía de la salud es una herramienta de apoyo a estos objetivos. El mundo moderno exige estas visiones interdisciplinarias que van más allá de lo económico o lo sanitario.
En esta perspectiva en la AES-Chile confluyen economistas, médicos, químicos, tecnólogos, informáticos, asistentes sociales, ingenieros, sociólogos, administradores, entre otros. Con todos se podrá avanzar a mejorar el sistema de salud chileno y a todos los invitamos a participar en la Asociación de Economía de la Salud.